¿Te has planteado alguna vez si comes correctamente o si tu relación con la comida es la adecuada? Aquí te ofrecemos unas pistas para saber si puedes tener una relación conflictiva con la comida. Si te reconoces en dos o más de las conductas que te comentamos a continuación es posible que tengas una mala relación con la comida.

 

  1. Empiezas a comer y te cuesta parar.

Un síntoma habitual de una mala relación con la comida es el tener dificultades para parar de comer y ser conscientes de que ya estamos saciados.

  1. Tienes necesidad de comer solo habitualmente.

¿Buscas de manera planificada el tener momentos a solas para comer? Cuidado, es posible que tu relación con la comida este deteriorada.

  1. Comes mucho por la noche.

Aunque no todas las personas que tienen una mala relación con la comida tienen esta dificultad, sí que es bastante habitual que sea así. Cuando esta conducta está muy instaurada la persona afectada puede estar sufriendo un Síndrome de Alimentación Nocturna (SAN), descrito por primera vez en 1955.

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  1. Desorden en los horarios de comida.

Si el horario de tus comidas es más bien caótico o a veces te das cuenta de que son las 4 de la tarde y sólo te has tomado un café a primera hora es posible que lo termines compensando comiendo de más.

  1. Tendencia a realizar comidas no programadas.

El picoteo habitual, parar en tiendas a comprar comida que ingieres inmediatamente o conductas similares pueden ser un síntoma de tu mala relación con la comida

  1. Comes emocionalmente

La alimentación tiene la función de cubrir nuestras necesidades fisiológicas. Cuando comes emocionalmente la comida pasa a tener una función ansiolítica que puede desembocar en una adicción a la comida.

  1. Tienes sobrepeso u obesidad.

El sobrepeso u obesidad, sobre todo cuando se tiene desde hace años es una de las manifestaciones de una mala relación con la comida

  1. Tienes cambios importantes en el peso.

Es posible que no tengas obesidad, pero si tienes subidas y bajadas importantes  de peso de manera habitual quizá tengas una dificultad con la comida

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  1. Piensas continuamente en la comida.

Las personas que tienen una buena relación con la comida no suelen pensar demasiado en comer. Si tiendes a pensar en la comida más de la cuenta y de alguna forma ha pasado a ser el centro de tu vida estás empezando a desarrollar un vínculo adictivo con la comida.

  1. Te has planteado que necesitas ayuda.

Si has llegado a pensar que necesitas ayuda para cambiar tu relación con la comida probablemente estás en lo cierto. Cuando se llega a desarrollar un vínculo adictivo con la comida suele ser necesario acudir a profesionales que puedan asesorarnos.

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Autor: Luis Manzano (psicólogo en Método Thinking)