¿Por qué sentimos hambre? Sentimos hambre por que debemos cubrir las necesidades de nutrimentos para sobrevivir, mantener la estructura y funciones celulares y proveer energía para realizar nuestras actividades diarias.

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¿Por qué sentimos apetito? Sentimos apetito para cubrir el deseo de comer algo por placer y hasta aquí, la cosa puede ser manejable. La búsqueda de placer en un simple bocado (una croqueta, un chocolate, un trozo de turrón) es perfectamente lícito. Cualquier actividad dirigida a la conservación de una especie lleva consigo un placer asociado. Si procrear o comer o descansar fueran un castigo, ni yo estaría escribiendo este post ni tú leyéndolo. Así que sí, el placer de comer es bueno y natural.

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Pero ¿qué ocurre cuando el apetito es provocado por razones diferentes al hecho de llenar el depósito de gasolina u obtener ese placer cuyas consecuencias no son negativas? ¿Qué ocurre cuando buscamos ciertos alimentos y bebidas para llenar vacíos (casi siempre afectivos) o para anestesiarnos y dejar de sentir o para ayudarnos a tragar determinadas situaciones o, incluso, para agredirnos? ¿Y por qué lo hacemos aun sabiendo que las consecuencias son indeseables? ¿Por qué no puedo dejar de hacer algo que me perjudica, que me hace sentir mal? ¿Por qué no soy capaz de valorar las consecuencias de un placer inmediato pero efímero que en muchos casos está teñido de culpa?

Caben muchas más preguntas y, aunque este post no pretende contestarlas, si no que tomes consciencia de tu realidad, todo acaba llevándonos a una conclusión: he desarrollado un vínculo adictivo. He confundido hambre emocional con hambre fisiológica, he parado mi mente preocupada y he intentado dejar de sentir el desasosiego que la incertidumbre me provoca con comida. Y ¡qué contratiempo que no lo he hecho con un rábano, sino con un “bollo guarro” que se me había clavado en el pensamiento! ¡Otro kilo más! Bueno, ya mañana, si eso, me pongo a dieta…para lo mismo decir mañana.

El apetito, al fin y al cabo, es un capricho y es bueno darse caprichos de vez en cuando. Pero cuando el capricho se hace repetitivo, se convierte en obsesión y se vuelve irrefrenable, tenemos un problema.

Cómo diferenciamos entre apetito y hambre.

APETITO HAMBRE
Es SELECTIVO siempre nos pide comer un alimento en concreto, está relacionado con el deseo y el antojo. NO ES SELECTIVO solamente nos pide comer alimentos para satisfacer el hambre.
Aparece de forma REPENTINA, de un momento a otro, con rapidez. Aparece de forma GRADUAL.
Genera mucha ansiedad porque necesita ser SASTISFECHO INMEDIATAMENTE. No necesita ser SASTIFECHA RAPIDAMENTE puede esperar y controlarse por un tiempo.
NO DA SACIEDAD, no tiene fin e  impulsa a seguir comiendo a pesar de estar lleno. SI DA SACIEDAD una vez satisfecho no necesitamos comer más.
Produce MALESTAR FISICO, sentimos mucha ansiedad e irritabilidad si no comemos. NO produce MALESTAR FISICO, es simplemente una necesidad fisiológica.
Aparece en situaciones de STRESS, ansiedad, cuando hay cansancio, muchas ocupaciones o preocupaciones. Aparece en situaciones normales, el hambre surge en momentos en que nuestro organismo esta relajado y preparado para recibir un alimento.
Sentimos CULPA después  de haber comido. No sentimos CULPA, nuestro organismo manifiesta que está satisfecho y lleno de energía.

 

Es producto de una RUTINA, un hábito que se repite generalmente en los mismos horarios y con los mismos tipos de alimentos. Es producto de la falta de nutrientes en  nuestro organismo.

¿Qué es la saciedad?: es un estado de satisfacción o la sensación que tiene el cuerpo de no necesitar de forma inmediata la ingesta de alimentos.

La señal de saciedad llega a nuestro cerebro después de 20´de haber empezado a comer, a veces antes.

Los mecanismos de hambre y saciedad deben surgir de manera natural, de esta manera sentiremos que lo que comemos es suficiente. 

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Es importante reconocer el nivel de hambre y saciedad en el que te encuentras antes y después de comer.

 

ESCALA DE HAMBRE Y SACIEDAD
10         

9

8

7

6

5

4

3

2

1  

       

Saciedad

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hambre

 

 

10. A reventar (comí tanto que me siento físicamente enfermo).

9. Demasiado satisfecho (demasiado lleno).

8. Satisfecho (ligeramente pasado de lo normal).

7. Satisfecho cómodo (lleno a gusto).

6. Ligeramente satisfecho (ligeramente lleno).

5. Equilibrado (ni hambre, ni sed).

4. Ligeramente  hambriento.

3. Hambriento.

2. Muy hambriento.

1. Extremadamente hambriento.

 

 Estamos a las puertas de la Navidad. Son fechas especiales con distintos significados para cada uno pero que suelen caracterizarse por estar llenas de celebraciones con la familia, los amigos o los compañeros de trabajo.

Recordemos que celebrar no solo significa comer y beber sino intercambiar y disfrutar con y de las personas que nos rodean. Así que si este año te vas a emborrachar, que sea de alegría y si te vas a pegar un atracón, que sea de amor. Hazte ese regalo.

¡Feliz Navidad!

   Autor: Método Thinking