¿Qué tipo de relación crees que tienes con la comida? ¿Cómo puedes saber si esta relación es saludable o no?
Aunque muchas veces identificamos el tener una adicción al consumo de una determinada sustancia, esto no siempre es así. Existen otro tipo de adicciones, denominadas adicciones no tóxicas o socioadicciones que están ligadas a la realización repetida de determinadas conductas. Ejemplos de este tipo de adicciones son el juego patológico o ludopatía, la adicción a internet y, también, el comer compulsivo.

Para determinar qué tipo de relación tenemos con la comida vamos a tomar prestado del ámbito de las adicciones la distinción que se suele hacer entre uso, abuso y dependencia:
Hablamos de uso cuando la conducta que realizamos no nos provoca consecuencias negativas. Ejemplos de uso serían echar una quiniela de vez en cuando, utilizar internet razonablemente en el entorno laboral y personal y comer adecuadamente, pudiendo comer todo tipo de alimentos pero manteniendo la mesura en las cantidades.

El abuso es una conducta en la que aparecen consecuencias negativas, aunque aún no se haya llegado a la dependencia. Por ejemplo, una persona que se alimente razonablemente bien entre semana, pero que los fines de semana come con gran exceso en reuniones y celebraciones, está abusando de la comida.

En la dependencia las consecuencias negativas se acrecientan y la conducta en cuestión tiende a ocupar la mayor parte de los pensamientos de la persona. La inmensa mayoría de las ocasiones esta dependencia de la comida tiene como consecuencias el sobrepeso u obesidad. En algunos casos la persona consigue mantenerse en normopeso a base de grandes compensaciones (deporte excesivo, ayunos prolongados o restricción excesiva). Independientemente de que la persona con una relación adictiva con la comida tenga o no obesidad, estas compensaciones terminan siempre en un nuevo episodio de descontrol (atracón, picoteo constante, etc.) y así vuelve a empezar el ciclo.

Cuando la relación adictiva está instaurada es necesario un abordaje multidisciplinar, ya que el problema no es meramente nutricional. Como en cualquier otra adicción existen factores psicológicos que están implicados tanto en el origen como en el mantenimiento de la relación adictiva con la comida.
Es posible que lo que has leído en este artículo te resulte familiar. Quizá crees que piensas demasiado en la comida, o alguna vez pierdes el control y te das un atracón. Si es así quizá tengas una relación adictiva con la comida. En este caso suele ser necesaria ayuda profesional y puedes consultarnos para que te podemos asesorar y ayudarte a tener una mejor relación con la comida.

Autor: Luis Manzano (Psicólogo en Método Thinking)